Los fármacos para perder peso son una buena opción cuando se combinan con cambios en los hábitos alimentarios y en los estilos de vida. Los objetivos realistas son esenciales; las pérdidas del 10 al 15 % del peso corporal total se consideran excelentes. La medicación debe utilizarse siempre que sea posible junto con alimentación saludable y ejercicio. Están Indicados para personas con un IMC > 30 o con un IMC > 27, pero que ya padecen enfermedades causadas por el exceso de peso, y muchas veces acompañan a otra herramienta para el descenso de peso como los balones gástricos, los procedimientos endoscópicos o la cirugía bariátrica.

Los principales fármacos son liraglutida, semaglutida, tirzepatida, fentermina-topiramato, bupropión-naltrexona y orlistat. Los nuevos fármacos liraglutida (Saxenda®), dulaglutida (Trulicity®), semaglutida (Ozempic®, Wegovy® y Rybelsus®) y tirzepatida (Mounjaro®) son actualmente los que ofrecen mejores resultados. Otros fármacos y suplementos tienen una eficacia limitada y pueden ser peligrosos.

No existen soluciones milagrosas; el tratamiento requiere esfuerzo y supervisión médica. Tengamos cuidado con los productos que prometen adelgazamiento no regulados y las falsas promesas.